Este cóctel icónico y sabroso es mucho más que una bebida: es una experiencia completa. El Bloody Mary combina vodka con jugo de tomate y una mezcla audaz de especias, logrando un balance perfecto entre lo salado, lo ácido y lo picante. Tradicionalmente servido con una ramita de apio, este cóctel es ideal para un brunch o para quienes disfrutan sabores intensos y complejos. Su origen se remonta a los años 20, con un nombre que evoca historia y carácter.