Un clásico atemporal que equilibra a la perfección el carácter vibrante del tequila con la acidez refrescante del jugo de limón y el toque dulce del licor de naranja. La Margarita, servida con hielo y borde de sal, es una bebida audaz y revitalizante, perfecta para celebraciones, tardes soleadas o simplemente para disfrutar de un momento bien merecido.